Parte Vieja
Famoso por poseer la mayor concentración de bares del mundo, el Casco Viejo de San Sebastián está formado por estrechas calles situadas al pie del monte Urgull.
El Casco Viejo de San Sebastián es el lugar perfecto para pasear. Sin embargo, no olvides parar a relajarte en alguno de los bares a probar unos pinchos, famosos por ser especialmente sabrosos en esta zona. Desgraciadamente, son también los más caros de la región, pero no permitas que eso te detenga.
Cuando estés de paseo por el Casco Viejo, asegúrate de echar un vistazo a la Iglesia de Santa María del Coro y la Plaza de la Constitución, una plaza de estilo neoclásico construida alrededor del antiguo ayuntamiento y conocida por los donostiarras como “la consti”.
Perderse en el casco viejo es indudablemente una de las mejores cosas que ver en San Sebastián.
Playa de La Concha
De las tres playas de San Sebastian, La Concha es la más hermosa. Famosa mundialmente por su bahía de forma casi perfecta, la Concha es sin lugar a duda la playa de ciudad más bonita de Europa y una de las mejores cosas que ver en San Sebastián.
La reina regente María Cristina popularizó la Concha a mediados del sigo XIX cuando comenzó a frecuentarla y declaró San Sebastián la capital de veraneo de Europa.
La ciudad se puso de moda y la aristocracia empezó a visitarla y a construir mansiones en los alrededores de la playa, muchas de las cuales todavía pueden ser vistas hoy en día. Fue entonces también cuando el balneario La Perla fue abierto y se hizo famoso como uno de los mejores de Europa.
El paseo de La Concha es un símbolo de la ciudad. Cuando estés visitando San Sebastián, asegúrate de tomar el tiempo necesario para pasear a lo largo del paseo de La Concha, del Casco viejo hasta el Palacio Miramar. Durante el paseo, disfruta del ambiente y las vistas de la isla de Santa Clara y el mar Cantábrico.
Si todavía te quedan ganas de andar cuando llegues al Palacio Miramar, puedes continuar hasta el Peine del Viento, cruzando la playa Ondarreta.
Monte Igueldo y Funicular
El Monte Igueldo se encuentra en el extremo oeste de San Sebastián, entre la playa Ondarreta y el Peine del Viento. Desde la cima del monte se puede disfrutar de algunas de las mejores vistas panorámicas de la ciudad.
La atracción principal de la cima del Monte Igueldo es un viejo parque de atracciones, el cual abrió sus puertas en 1911, siendo el más antiguo del País Vasco. Si decides entrar, no esperes mucho de las atracciones, ya que es un parque pequeño, viejo y que ha visto tiempos mejores. En este caso, se trata más del encanto del parque, situado en el lugar perfecto.
Junto al parque de atracciones se eleva una torre llamada “el Torreón”. Construida originalmente en el siglo XVI, la torre sirvió como el faro de San Sebastián hasta que se construyó uno nuevo en 1854. A principios del siglo XX, el Torreón fue renovado y se le añadió un piso extra, además de una terraza panorámica.
En la actualidad, la torre está abierta al público y alberga una exposición de fotos históricas a lo largo de la escalera. Subir al Torreón y disfrutar de las espléndidas vistas solo cuesta unos euros, aunque la verdad es que las vistas no son mucho mejores que las que se pueden ver desde las terrazas junto al funicular.
También hay un hotel en la cima del Monte Igueldo. Lo que inicialmente sirvió como el casino-restaurante del Monte Igueldo, se convirtió en el Hotel Mercure Monte Igueldo en 1967. Si quieres despertarte con unas vistas impresionantes, entonces probablemente este es el hotel perfecto para ti.
La mejor manera de subir a la cima del Monte Igueldo es utilizando el funicular, que lleva en funcionamiento desde 1912, siendo el más antiguo del País Vasco. La entrada al funicular se encuentra al final de la playa Ondarreta, justo antes de llegar al Peine del Viento.
Peine del Viento
El Peine del Viento es un grupo de esculturas de acero situado al final de la playa Ondarreta. Diseñado por el escultor local Eduardo Chillida, forma probablemente la imagen más icónica de San Sebastián.
Las estructuras metálicas han sido fundidas en las rocas sobre el mar Cantábrico. Las olas chocan violentamente contra las rocas mientras que, al mismo tiempo, el viento es "peinado" por las esculturas.
Chillida también diseñó varios agujeros en el suelo, los cuales permiten a las olas pasar por debajo para ser después lanzadas hacia el cielo atravesando pequeñas aberturas en el suelo. Pero ten cuidado, ya que con marea alta, estos chorros de agua pueden alcanzar los siete metros de altura.
El Peine del Viento es una obra de arte única y, sin lugar a dudas, una de las mejores cosas que ver en San Sebastián.
Museo San Telmo
El Museo San Telmo se encuentra situado en el Casco Viejo de San Sebastián, al pie del Monte Urgull. El museo está principalmente dedicado a la cultura e historia vascas, ofreciendo a los visitantes una visión más profunda de la sociedad vasca actual. La colección contiene más de 26.000 elementos etnográficos, arqueológicos, históricos, fotográficos y artísticos.
El Museo San Telmo fue inaugurado en 1902, convirtiéndose así en el museo más antiguo del País Vasco. En 1932 fue trasladado al edificio actual, el cual en la actualidad es uno de los elementos a destacar del museo.
El complejo que forma el museo está dividido en dos. El edificio original es un convento dominicano del siglo XVI, un ejemplo arquitectónico único en la zona debido a la mezcla de estilos gótico y renacentista.
El edificio nuevo fue añadido al museo hace un par de años, diseñado por los arquitectos Nieto y Sobejano. La arquitectura contemporánea y vanguardista solo añade al encanto general del complejo, creando una interesante mezcla de antiguo y moderno.
Si solo visitas un museo en San Sebastián, definitivamente debería ser el Museo San Telmo.
Centro Romántico
La parte de la ciudad situada al sur del Casco Viejo es conocida como el centro romántico. Este barrio está lleno de preciosos edificios de finales del siglo XIX y también abundan las tiendas de ropa, bares y restaurantes. Con su estilo parisino, definitivamente merece la pena pasear por el centro romántico de San Sebastián.
Mientras callejeas por la zona, asegúrate de acercarte a ver la Plaza Gipuzkoa, una encantadora plaza presidida por el edificio de la Diputación, en estilo neoclásico.
La Catedral del Buen Pastor también se encuentra dentro del centro romántico. Dicha catedral es el ejemplo perfecto de las influencias europeas que ayudaron a moldear la ciudad de San Sebastián durante la segunda mitad del siglo XIX.
Durante tu visita a San Sebastián, no te vayas sin pasear por su centro romántico ya que es una de las mejores cosas que ver en San Sebastián.
Puerto y Aquarium
La zona del puerto de San Sebastián, situado en la parte oeste del Monte Urgull, es un lugar agradable para sentarse y descansar un rato. El atardecer es mágico, especialmente si hay barcos en la bahía, los cuales se convierten en interesantes siluetas. Desde el puerto se puede disfrutar también de las bonitas vistas de La Concha y el Monte Igueldo.
Al final del paseo del puerto se encuentra el Acuario de la ciudad. Fue inaugurado en 1928 y renovado en 1998. La visita al acuario empieza atravesando el Museo de Ciencas Naturales, donde se muestra información acerca de la importancia del mar en la historia de Guipúzcoa. Uno de los elementos más impresionantes del museo es el esqueleto de una ballena franca capturada en 1878.
Tras el museo, la visita continúa a través de los acuarios. El más destacado es un acuario de 1,8 millones de litros de agua que se cruza a través de un túnel de cristal.
Monte Urgull y Castillo de la Mota
El Monte Urgull se eleva en el extremo este de la bahía de San Sebastián. Está rodeado por el agua del mar Cantábrico, excepto por la sección que lo conecta con el Casco Viejo.
Históricamente, el Monte Urgull ha servido como un importante punto estratégico de defensa para la ciudad y especialmente para el casco viejo, establecido a los pies del monte. A día de hoy, todavía es posible ver cañones y restos de la muralla medieval que rodeaba la ciudad en el Monte Urgull.
La larga historia militar del Monte Urgull se remonta a la primera torre de vigilancia y muralla defensiva construidas alrededor de 1150. A lo largo de los siglos, el monte ha sido testigo de muchas batallas importantes, siendo una de las más notables la ocurrida en 1794, cuando el Monte Urgull fue conquistado por las tropas francesas que a continuación conquistaron también la ciudad.
Otra importante batalla tuvo lugar el 31 de agosto de 1813, cuando los soldados británicos ayudaron a los españoles a luchar contra Napoleón y sus tropas.
Muchos soldados murieron durante la batalla y fueron enterrados en la ladera norte del Monte Urgull en lo que hoy es conocido como el Cementerio de los Ingleses. A pesar de ello, el conglomerado de soldados británicos y españoles fue capaz de derrotar a las tropas napoleónicas que fueron expulsadas de San Sebastian.
Sin embargo, desgraciadamente tras la batalla solo quedaron cenizas de la ciudad. Solamente una calle del Casco Viejo se libró de ser afectada por el incendio, la cual en la actualidad recibe el nombre de Calle 31 de agosto en recuerdo de dicha fecha.
Continuando la subida al Monte Urgull desde el Cementerio de los Ingleses, se encuentra la Batería de Santiago, también conocida como Batería de la Reina, la cual era uno de los lugares en los que se almacenaba pólvora y otros explosivos.
Bajando unas escaleras desde la Batería de Santiago se llega a la Batería alta de Santa Clara. Ahí, encontrarás un pequeño bar con una bonita terraza que ofrece unas de las mejores vistas de San Sebastián. Se trata del lugar perfecto para parar a descansar de camino a la cima.
En el punto más alto del Monte Urgull se encuentra el Castillo de la Mota, el cual ha existido desde el siglo XII. Reestructurado y reconstruido a lo largo de los años, el castillo alberga en la actualidad la Casa-Museo de la Historia que, como su nombre indica, cuenta la historia de la ciudad. El museo contiene fotografías y otros elementos históricos, además de un video acerca del incendio de 1813.
Palacio Miramar
El Palacio Miramar es una mansión de estilo inglés, estilo Reina Anna, situado en uno de los rincones más bonitos San Sebastián – en la colina que separa las playas de la Concha y Ondarreta.
El Palacio Miramar fue construido a finales del siglo XIX por la reina regente María Cristina como residencia de verano de la monarquía española. Fue diseñado por el arquitecto Selden Wornun.
Desde 1972, el Palacio Miramar y sus jardines pertenecen al ayuntamiento de San Sebastián. Aunque el edificio no está abierto al público, si lo están sus jardines y desde allí se puede disfrutar de unas vistas magníficas. Se ven ambas playas, la Concha y Ondarreta, con los montes Igueldo y Urgull al fondo y la isla Santa Clara enfrente.
Mercado La Bretxa
Remontándose a 1871, el Mercado de la Bretxa es uno de los mercados más tradicionales de Donostia. Fue originalmente construido en estilo clasicista, inspirado por las antiguas Roma y Grecia, y utilizando principalmente piedra y hierro para su construcción.
A medida que la población de San Sebastián fue creciendo, también lo hizo el mercado. El edificio fue ampliado en varias ocasiones, siendo la última gran renovación la que tuvo lugar en 1999, tras la cual desgraciadamente gran parte de la Bretxa se convirtió en un centro comercial.
El complejo de la Bretxa todavía contiene un mercado. Sin embargo, éste ha sido relegado a compartir el sótano con una cadena de supermercados. Aún así, sigue tratándose de un mercado que merece la pena visitar, donde descubrirás una gran variedad de producto local y todos los frescos y sabrosos ingredientes utilizados en la famosa gastronomía vasca.
El mercado la Bretxa recibe su nombre de su ubicación, ya que se encuentra situado en el punto más débil del muro original que rodeó la ciudad hasta 1863. En dos ocasiones (1719 y 1813), los invasores fueron capaces de derribar el muro y adentrarse en la ciudad en las cercanías de donde se encuentra el mercado y, por esa razón, ese barrio empezó a ser conocido como "la brecha".
Teatro Victoria Eugenia
El Teatro Victoria Eugenia fue inaugurado en 1912 y se caracteriza por una mezcla de estilo neo-renacentista y neo-plateresco. Desde su apertura, ha sido testigo de los eventos culturales más importantes de la ciudad.
El más notable de dichos eventos es el famoso Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Durante el festival, es normal ver a las celebridades cruzando la plaza desde el hotel cinco estrellas María Cristina hasta la alfombra roja del Teatro Victoria Eugenia.
En 2001, el teatro cerró sus puertas por trabajos de renovación. Fue reabierto seis años más tarde, incorporando los equipos y servicios más modernos sin perder su encanto ni sus características originales.
Ayuntamiento
Situado entre la playa de La Concha y el Casco Viejo se encuentra el Ayuntamiento, uno de los edificios más majestuosos de San Sebastián. El ayuntamiento disfruta de una magnífica ubicación, junto al agua y los cuidados Jardines de Alderdi Eder.
Construido originalmente en 1882 como casino, acogió en su día las fiestas de la Belle Époque, cuando la burguesía y aristocracia europeas veraneaban en San Sebastián.
Durante la Primera Guerra Mundial, el edificio se llenó con una diversa multitud compuesta por refugiados políticos, espías (como por ejemplo, Mata Hari) y aquellos con suficiente dinero como para escapar de la guerra.
Más adelante, durante la Guerra Civil Española (1936 - 1939), el edificio también se vio envuelto en los enfrentamientos entre nacionalistas y republicanos. A día de hoy, todavía se ven agujeros de bala en la fachada del edificio, resultado de una sangrienta batalla que tuvo lugar junto al edificio.
Desde 1947 el edificio es utilizado como ayuntamiento, el cual hasta entonces había estado ubicado en la Plaza de la Constitución.
Kursaal
El Kursaal es un centro de convenciones de estilo postmoderno que abrió sus puertas en 1999 y fue diseñado por Rafael Moneo. Situado en la costa, junto a la playa Zurriola, fue diseñado para representar dos rocas.
Durante el día, el edificio es bastante aburrido, algunos pueden incluso opinar que es feo. Sin embargo, el Kursaal cambia completamente por la noche cuando toda la fachada es iluminada y funciona como cartelera anunciando el evento actual.